Gestión de purines
El estiércol es un recurso valioso rico en materia orgánica y nutrientes, lo que lo convierte en un activo valioso para la agricultura. Sin embargo, la mala gestión del estiércol puede provocar graves problemas medioambientales. Cuando el estiércol no se trata adecuadamente, puede contaminar los cuerpos de agua con un exceso de nutrientes, incluidos nitrógeno y fósforo, lo que provoca eutrofización, proliferación de algas nocivas y la muerte de peces. Además, el estiércol no tratado emite metano, gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático.
La tecnología del reactor por lotes secuencial o SBR por sus siglas en ingles Sequenced Batch Reactor, es un proceso de tratamiento de aguas residuales que se puede adaptar para la gestión del estiércol, las administraciones consideran esta tecnología como una mejor técnica disponible. Los sistemas SBR consisten en depósitos donde ocurren reacciones biológicas y químicas en una secuencia controlada. Estos reactores siguen una secuencia de lotes específica, que incluye períodos de llenado, aireación, sedimentación, decantación y purga. Este proceso cíclico permite la eliminación de materia orgánica, nutrientes y patógenos de las aguas residuales, incluido el propio estiércol. Para un óptimo desempeño se precisa de una previa separación del purín líquido. La función principal del proceso es la eliminación de nitrógeno puesto que ningún proceso físico puede eliminar o separar el nitrógeno, que en su mayoría se encuentra en forma amoniacal en la mezcla del líquido.
Durante la fase de aireación, los microorganismos convierten el amoníaco en gas nitrógeno, que se libera inofensivamente a la atmósfera. Este proceso reduce el contenido de nitrógeno en el estiércol, previniendo la contaminación por nutrientes de los cuerpos de agua y mejorando la calidad de los nutrientes restantes para su uso como fertilizante.
El estiércol tratado adecuadamente reduce el riesgo de contaminación del agua, salvaguardando los ecosistemas acuáticos y las fuentes de agua potable. Esto, a su vez, protege la salud humana y ambiental.
La naturaleza controlada y secuencial del tratamiento SBR reduce eficazmente los patógenos en el estiércol. Esto es particularmente importante para prevenir la propagación de enfermedades y mejorar la seguridad de las prácticas agrícolas.
El proceso SBR puede disminuir significativamente el olor asociado con el estiércol crudo, haciéndolo más aceptable socialmente y menos perjudicial para las comunidades circundantes